COCINA INTERNACIONAL CLÁSICA.

 


FRANCIA


RESEÑA: 

La cultura de Francia está íntimamente relacionada con el desarrollo cultural del mundo occidental, en particular en las áreas de las artes y de las letras. París ha sido considerada durante mucho tiempo como el origen de la cultura de Francia.

Durante la edad media, Francia fue un destacado foco cultural en Europa y después, la riqueza de la monarquía francesa en los siglos XVI, XVII y XVIII subvencionó el arte a una escala comparable con la del Papado, lo que atrajo a París a la mayoría de los talentos artísticos de Europa.

En el siglo XVIII, Jean-Baptiste Chardin llevó al arte francés la simpleza y domesticidad de los maestros holandeses. Más tarde, Napoleón nombró a Jacques Louis David, un líder de la Revolución de 1789, pintor oficial del Estado. David produjo gran cantidad de cuadros, entre ellos el que muestra al dictador revolucionario Marat. La producción literaria de este período es monopolio de los filósofos, entre los que se encuentran Voltaire y Rousseau. 

Otros autores asociados a este período de la literatura francesa son los filósofos Roland Barthes, Michel Foucault y Julia Kristeva, conocidos sobre todo por sus escritos teóricos sobre literatura y psicoanálisis.

En otro orden de cosas, las viñetas de Astérix son también admiradas. Cuando los franceses consiguen apartar sus ojos de las Bellas Artes, se obsesionan con el fútbol, el rugby, el baloncesto y el ciclismo, especialmente con el Tour de France, al que dedican toda su atención. También son populares los juegos tradicionales como la petanca.

El territorio francés tiene la forma de un hexágono. Lo han venido constituyendo desde la Edad Media, durante al menos un milenio, la voluntad obstinada y unificadora de los reyes y, posteriormente, la de la República. El hexágono, bien equilibrado, se abre a tres grandes litorales marinos y está limitado por tres fronteras terrestres. Adquirió sus dimensiones actuales como resultado de las guerras franco-alemanas de los siglos XIX y XX.




CROQUE MONSIEUR


En sus orígenes estaban elaborados con pan, jamón y queso, pero fueron evolucionando rápidamente y ahora nos encontramos con que llevan bechamel o salsa mornay, mostaza o como la versión femenina, un huevo frito que nos recuerda al sombrero de las señoras de la época

Estos sándwiches vieron la luz en 1910 en el bistró “Le Bel Age” situado en el Boulevard des Capucines. El establecimiento estaba dirigido por Michel Lunarca, un señor que tenía fama de “caníbal” ya que andaba pregonando a los cuatro vientos que quería hacer un plato con carne de hombre.

Un día no tenía baguettes para hacer los bocadillos y ante la inminente salida de la Ópera entró en “pánico” ya que en unos minutos su local estaría llenito de clientes hambrientos.

En un arranque de ingenio decidió preparar los bocadillos con pan, dos rebanadas rellenas con jamón y queso y metidas en el horno para que quedará crujiente, fue un absoluto éxito y pronto todo el mundo quería comer los nuevos bocadillos.


RECETA:

8 rebanadas gruesas de pan de molde

8 lonchas de Jamón cocido (vuestro preferido)

200 g. de queso rallado “gruyère”

Para hacer la salsa bechamel:

60 g. mantequilla

80 g. harina de trigo

500 ml. de leche

Sal y pimienta negra recién molida (al gusto)

Opcional, un toque de nuez moscada

 

Para hacerlo he escogido unas rebanadas de pan de molde gruesas, especial sandwich, pero puedes usar también rebanadas de un rico pan artesano, Lo que debes procurar es que sean consistentes y soporten todos los ingredientes que vamos a añadirle. En cuanto al queso, el típico que se usa en Francia es el “gruyère”, aunque admite otros como el Emmental o el Cheddar.

Antes de realizar el montaje del “Croque-Monsieur” necesitamos preparar una salsa bechamel.

Una vez lista la dejamos atemperar unos 5 minutos para que tenga consistencia y sea más manejable a la hora de montar el sándwich.

Colocamos una rebanada como base. La untamos generosamente con la bechamel repartiéndola uniformemente por la rebanada de pan. Añadimos por encima queso rallado cubriendo toda la bechamel. Colocamos una loncha de jamón cocido de igual tamaño al pan. Untamos por la cara interior la otra rebanada de pan y la colocamos sobre el jamón, de modo que quede la bechamel en contacto con él.

Presionamos el sándwich con la mano para que se asienten todos los ingredientes. Sobre la parte superior volvemos a untar de nuevo salsa bechamel y rematamos con una buena cantidad de queso. Después del gratinado esta capa quedará como cuando preparamos una lasaña.

Precalentamos el horno a 200º C durante 10 min. Colocamos los sándwiches en la bandeja central y horneamos 10 minutos a 200º C. Pasado este tiempo, le damos un toque final de 5 minutos en la función grill para que se nos funda la capa superior. Estos tiempos pueden variar un poco hacia arriba o abajo dependiendo de la dureza del pan o de vuestro horno. Lo importante es lograr un punto de cremosidad para que adquiera una textura cremosa la bechamel y se funda el queso. Pero estad pendientes para que no se pase de punto y se queme el pan.




ITALIA


Italia es un país ubicado en Europa occidental y miembro de la unión europea. Su territorio se extiende por el sur de Europa, en islas del mar mediterráneo (como Sicilia y Cerdeña) y en las islas Pelagias (que pertenecen al continente africano).

Es una de las principales economías mundiales y destaca en la producción textil, naval, automotriz y de alimentos (como vinos y olivas). Su territorio está habitado por más de 60 millones de personas que se distribuyen en las 20 regiones que constituyen el país. La mayoría de la población habla el idioma italiano.

Italia fue sede de muchas culturas europeas, como los etruscos, los griegos y, la más importante, los romanos, por lo que es un país que cuenta con una abundante historia, cultura, monumentos, edificaciones y tradiciones, lo que lo convierte en uno de los países más visitados del mundo.



Italia es un país con una gran diversidad de costumbres, tradiciones y festividades que se extienden a lo largo de todo su territorio. Debido a las olas migratorias que llevaron a ciudadanos italianos a instalarse en otros puntos del planeta, existe gran influencia de las costumbres italianas en diversos países, sobre todo en América.

 
La gastronomía italiana es de tipo mediterránea y es reconocida por sus pastas (como los espaguetis, la lasagna, los ravioli y los agnolotti) y sus pizzas. Otros alimentos y platos típicos de Italia son: quesos, panes, prosciutto (jamón), risottos, sopa minestrone, carpaccio, mariscos, focaccia, ossobuco y postres como tiramisú, gelato (helado), panna cotta, cannoli, genovesa, entre muchos otros. Algunas de las bebidas típicas de Italia son el café, el vino, la grappa, el limoncello, la sambuca, el amaretto, el fernet, entre otras. El ritual de la comida es una tradición muy importante en Italia, que suele realizarse entre familiares y amigos.




 LASAGNA 


Según los estudiosos de la cocina, la lasaña tiene sus orígenes en la antigua Roma, incluso en la Grecia de la Antigüedad. El propio Cicerón menciona su pasión por el “Lagum” (tiras de pasta largas) en algunos de sus escritos filosóficos. Pero como en prácticamente todos los temas culinarios, los orígenes de esta deliciosa receta, también ha levantado algunas disputas.

En 2007 el diario londinense The Daily Telegraph publícó que la lasaña era un plato británico. Para acreditar esta noticia citaban un libro de recetas del 1390 dedicado al monarca Ricardo ll, en el cual aparecía la primera mención documentada de la lasaña. La noticia levantó la ira de los italianos, que ofrecían otra versión: la auténtica creadora de la lasagna actual fue Maria Borgogno y presentaban textos que lo demostraban y que estaban fechados en 1316.

De lo que queda claro, es que la lasagna se remonta a una época en la que no existían ni el Reino Unido ni Italia como países; y que en la actualidad es, posiblemente, uno de los platos más reinterpretados en todo el mundo. 


RECETA: 

Para el relleno (boloñesa de carne): 500 g. de carne (una mezcla de cerdo y ternera)

2 pimientos rojos

2 zanahorias

2 dientes de ajo

150 g. de bacon o panceta

2 cebollas grandes

250 g. de tomate natural (1 vaso aproximadamente)

250 ml de vino blanco (200 ml. aproximadamente)

100 ml. de aceite de oliva virgen extra

1 cucharita colmada de orégano seco (o hierbas provenzales)

Sal y pimienta negra recién molida (al gusto de cada casa)

Para la lasaña:

12 láminas de lasaña o lasagna Garofalo

Para hacer la bechamel: (para un litro más o menos, la suficiente para la lasaña): 125 g de harina de trigo de todo uso

125 g de mantequilla

1 litro de leche entera

Una pizca de nuez moscada (unos 4 g.)

Sal y pimienta negra recién molida (al gusto de cada casa)

Para finalizar y gratinar la lasaña: 100-120 g. de queso rallado Grana Padano (o mezcla con vuestro queso preferido para gratinar)

 

Calentamos una cazuela grande de agua, la más ancha de casa. Cuando empiece a hervir echamos 2 puñados generosos de sal.

Introducimos las láminas de lasaña una a una sin que se toquen (para que no se peguen entre ellas). Ahora podemos encontrar infinidad de tipos de lasaña donde no hace hidratarla como se hacía antes. En casa muchas veces para ahorrar tiempo empleo las que se hidratan con la bechamel y el jugo que suelta la salsa al hornear.

Si lo hacéis de la manera tradicional tenemos que remover con una cuchara de madera y en unos 10 minutos sacamos las láminas. Las estiramos encima de unas hojas de papel absorbente de cocina. Aunque os parezca que no están, acabarán haciéndose en el horno.

El siguiente paso será lavar muy bien todas las verduras que vamos a emplear en el relleno. En la receta os aconsejo el relleno de la clásica salsa boloñesa, zanahorias, ajo, pimientos y cebolla.

 

Las verduras las cortamos en trocitos pequeños para que se junten bien en la salsa. Las zanahorias las cortamos lo más fino posible. Os recomiendo laminarlas con el pelador de las patatas porque a la hora de pocharlas si las tiras son gruesas no se hacen. Reservamos todo en un bol.

En otra cazuela echamos aceite de oliva virgen extra. Empezamos introduciendo pochando la cebolla y el ajo, cuando esté doradita, añadimos el resto de ingredientes.

Sofreímos todo a temperatura media durante unos 15 minutos y esperamos por la carne. Salpimentamos la carne al gusto y la echamos a la cazuela con la verdura. Dejamos que se pase durante 5 minutos y cuando veamos que va cambiando de color introducimos el bacon o panceta en trozos muy pequeños. Vertemos un vaso de vino blanco y esperamos a que reduzca (otros 5 minutos a fuego medio).

Añadimos un vaso de tomate natural, echamos la cucharadita de orégano y rectificamos de sal y pimienta si hiciese falta (probad la salsa para ver si está a vuestro gusto). Removemos la carne con las verduras y retiramos del fuego, dejamos enfriar un poco.

Precalentamos el horno a 200º C durante 15 minutos, lo justo para hacer el resto de la lasaña.

Mientras reposa la salsa vamos a preparar la bechamel, la podemos preparar más cremosa o más consistente dependiendo de las medidas. En el blog tenéis la receta de esta crema con todo lujo de detalles.

Para montar la lasaña la cosa es muy sencilla. Ponemos en el fondo de la fuente unas cucharadas de la bechamel. Encima las láminas, una capa de la mezcla con la carne en cada lámina, otra vez la bechamel y así hasta tener 3 pisos.

Se pueden hacer las capas de lasaña que quieras, bueno las que te permita la fuente. Finalmente rematamos con una capa generosa de bechamel. Y para aquellos que le guste el queso, rallamos aquel que más os guste, que sea especial para gratinar. Os recomiendo un queso curadito Grana Padano.

Horneamos en la bandeja del medio durante 15 minutos a 180º C y durante 3-5 minutos en la parte superior con el gratinador puesto para que se dore. Lista para comer, no hace falta reposo, del horno a la mesa.

 




 ESPAÑA

España o Reino de España es un país situado en el sur de Europa occidental y norte de África, que está compuesto por comunidades autónomas y es miembro de la unión europea.

La capital de España es la ciudad de Madrid y es un país gobernado por una monarquía parlamentaria bajo una forma de gobierno democrática. Sus costumbres, y geografía convierten a España en uno de los países más visitados del mundo y una de las principales economías mundiales.

España tiene una extensión territorial de 505.370 km² y es el 4º país más extenso del continente europeo (detrás de Rusia, Ucrania y Francia). Dentro de Europa, España ocupa la península ibérica, más conocida como España peninsular, y las islas Baleares. En África el territorio de España se extiende por las ciudades de Ceuta y Melilla y las islas Canarias, Chafarinas, Alhucemas, isla de Alborán y el peñón de Vélez de la Gomera.


Dado que España es un país con una amplia diversidad de climas y relieves, su fauna y flora es una de las más variadas del continente.

La fauna de España cambia según la zona geográfica. En la península ibérica se pueden encontrar mamíferos como el zorro rojo, el lince ibérico, el gato montés, el ciervo, la cabra ibérica, la liebre ibérica, el murciélago, el lobo ibérico, el visón y roedores como ardillas.

España fue a lo largo de su historia sede de culturas y civilizaciones, como la musulmana, la fenicia, la romana, la griega, la cartaginesa y la visigoda. Todas estas culturas dejaron su aporte, por lo que es un país muy rico y variado desde el punto de vista cultural, con gran cantidad de representaciones artísticas, festividades, gastronomía, música y danzas.

Debido a la extensión de su territorio, España cuenta con diferentes costumbres y tradiciones según cada zona


Debido a sus costumbres, historia, arquitectura y paisajes España es el segundo país más visitado del mundo, después de Francia. Madrid, Barcelona, Sevilla y Palma de Mallorca son las ciudades que generan más atractivo en los turistas.




PAELLA


Sus inicios se remontan a los siglos XV y XVI y la sitúan en las zonas rurales de Valencia, concretamente en la emblemática Albufera. Un plato que nace como reclamo de los campesinos y pastores, al tratarse de una comida fácil de preparar con los ingredientes de los que disponían en el campo.

De hecho en sus comienzos llegó a estar compuesta simplemente por arroz, harina y leche de almendras. Una receta que poco a poco fue enriqueciéndose añadiendo otro tipo de ingredientes de los que disponían los campesinos como: las aves, el conejo o la liebre, pato, pollo o incluso caracoles. Todo mezclado con las verduras que cultivaban, el arroz, el azafrán y el aceite de oliva y todo por supuesto cocinado a fuego lento y con leña, concretamente con madera de naranjo.

Unos inicios que fueron totalmente distintos en las zonas de mar, donde este plato derivó a incluir marisco o pescado, dando lugar a lo que hoy en día conocemos como paella marinera.

Existen muchas y diferentes teorías sobre los orígenes de la palabra ‘paella’, una de ellas es su procedencia del latín y en concreto de la palabra ‘patella’ que en latín significa sartén. Otra de las teorías es que proviene de la palabra árabe ‘baquiyah’ ya que el arroz es un cereal que fue traído a España por los páramos (habitantes del norte de África) en el siglo VIII.

Pero la más romántica de todas es la que cuenta que un hombre preparó paella para ganarse el cariño de su novia. Y que el nombre había derivado de la frase en español de “por ella” o “para ella”.



RECETA:

400 g de Arroz Vaporizado de Grano Medio

1 pimiento rojo, cortado en tiras

1 tomate grande picado

2 dientes de ajo picados

6 cucharadas de aceite de oliva

2 cucharadas de perejil picado

2 cucharadas de pimentón dulce

300 g de rape, cortado en trozos

250 g de mejillones

150 g de anillas de calamar

12 camarones

1,5 lt de caldo de marisco

sal

hebras de azafrán


En primer lugar, caliente el caldo de marisco junto con el azafrán en una olla grande.

A continuación, caliente a fuego medio-alto 4 cucharadas de aceite de oliva en una paellera de 30 cm de diámetro (o un sartén grande y poco profundo) y sofría el rape, los camarones y las anillas de calamar durante 1 o 2 minutos, de forma que no se cocinen por completo. Retire de la paellera el resultado y resérvelo.

Después, agregue las 2 cucharadas de aceite restante y fría el pimiento rojo y el tomate cortado en cubitos junto con el ajo, el perejil y el pimentón dulce, integrando muy bien todos los ingredientes. Finalmente, reduzca la temperatura del fuego, añada el arroz y remueva para que se fría ligeramente y quede suelto.

Vierta entonces el caldo, caliéntelo hasta llevarlo a ebullición y cocine durante 3 minutos, removiendo el arroz y girando el sartén de vez en cuando. Pasado este tiempo, agregue el pescado y el marisco, distribúyalo de forma uniforme en la paellera y ajuste la sal si fuera necesario (sin remover el arroz). Por último, reduzca el fuego y continúe cocinando el arroz hasta que absorba el líquido (aproximadamente durante 14 minutos). Si considera que es necesario, puede agregar más líquido.

Una vez que la paella esté lista y se haya evaporado todo el líquido, deje que repose durante unos minutos más antes de servirla y disfrutarla.

 

 



bibliografía


https://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_de_Francia

http://www.italcamara-es.com/wp-content/uploads/2016/05/Dossier-Italia.pdf

https://www.red2000.com/spain/primer/1geo.html



Comentarios

Entradas populares de este blog

HERRAMIENTAS PARA LA GESTIÓN DE EVENTOS

PLAN DE MARKETING - LA VEGA CUNDINAMARCA.

EVENTO FERIAL LA VEGA CUNDINAMARCA - EMPODERAMIENTO FEMENINO.